#1
Carter:
Ella es mía. La quiero. La necesito y estoy cansado de esperar.
Emma:
Él es todo en lo que pienso, pero no puedo esperar más por él. Esta noche es la noche. Estoy golpeando mi tarjeta V.
Puede que sea una maldita santa esperando a que esté lista para lo que quiero darle. Cuando escucho que va a dejar su virginidad con un tipo cualquiera del bar, decido que no le va a dar esas suaves curvas y esa deliciosa boca a nadie más.
Después de esta noche, nunca más dudará de a quién pertenece. Y cuando grite mi nombre, se dará cuenta de que estoy preparado para darle mucho más que un servicio de labios. Quiero para siempre.
#2
Crystal Kerry
Era tímido. Dieciocho. Y así, en el amor, estaba lista para dejarlo todo. Sólo que él no me dejaba. Me rompió el corazón. Me alejó.
Ahora ha vuelto. Es una estrella de rock, un chico malo, un ególatra total, un dios del rock cubierto de tatuajes con mujeres desnudas pidiendo su atención. Todo el mundo quiere un pedazo de él. Todos menos yo. He estado allí, he hecho eso. Mi corazón se rompió en un millón de pedazos cuando se fue y nunca me recompuse. Estoy roto por dentro. Yo lo amaba. Confié en él. Y me arruinó. Sólo un completo idiota le dejaría acercarse. Pero cuando me toca, me derrito. Mi corazón se acelera. Lo anhelo. Supongo que no soy tan inteligente después de todo...
Kit Kaswell
Era una sirena. Solía ser tímida y tan dulce que quería ahogarme en su inocencia, por la forma en que me miraba. El cristal sacudía mi mundo, me acunaba. Pero ella iba a arruinar su vida por un perdedor, una estrella de rock sin dinero y sin perspectivas.
La lastimé. Tuve que hacerlo. Pero nada de eso importa ahora. La quiero de vuelta. La necesito. Necesito mirar en esos ojos azules de bebé y oír sus suaves gritos de rendición. Recuerdo lo que se sentía al abrazarla. Amarla. Saber que era mía. Todavía es mía.
Sólo que todavía no lo sabe.
#3
Ha jurado dejar a las mujeres...
hasta que la conoce.
Jack se mudó a Alaska para tener un poco de paz y tranquilidad, pero cada semana la tentación llega en forma de una hermosa pero espinosa Anna. Sólo pensar en lo bien que maneja el palo de su hidroavión le hace preguntarse qué tan bien lo manejaría. La necesita fuera de ese avión y en su cama.
Anna tiene un plan... y caer en la cama con un sexy chico malo millonario escondido en el bosque no es parte de él. Ella no quiere enamorarse de un hombre de la montaña. Ella quiere salir. Ya ha terminado con el frío, la oscuridad y las noches solitarias. Su sueño en la parte baja de los cuarenta y ocho está llamando. ¿Su único problema? Jack. Cuando una tormenta la obliga a un peligroso aterrizaje de emergencia, las pasiones se desatan.
Estar varado en el bosque con un aspirante a leñador no debería ser un problema. Es sólo una noche. ¿Verdad?
¿Verdad?
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