Al principio, solamente vi su rostro, sus manos en el alféizar de la ventana. Después, su cuerpo entero mientras se balanceaba por la ventana.
Sólo que no pude ver en qué se balanceaba. Hasta que un día, le dije a mi yo de ensueño que mirara hacia abajo. Fue entonces cuando vi.
Él había subido por una cuerda. Supe, sin tener que preguntar, que la cuerda había sido una de mis propias ataduras.
Rachel está atrapada en una torre, rehén de una mujer a quien siempre ha llamado Mamá. Su cabello dorado está creciendo velozmente, y para pasar el tiempo, ella observa la nieve caer y canta canciones de su niñez, esperando que alguien, quien sea, la escuche.
Wyatt necesita tiempo para reflexionar, o mejor aún, olvidar lo que le sucedió a su mejor amigo, Tyler. Es por eso que lo han enviado a las montañas de Adirondack en pleno invierno para vivir con la señora más vieja del lugar. Es eso, o ninguno de sus conocidos quiere volver a verlo.
Dani desapareció diecisiete años atrás sin dejar rastro alguno, pero dejó atrás un diario que nunca ha sido leído, ni siquiera por su autoritaria madre... hasta ahora.