Serie Dirty Martini Running Club - Claire Kingsley

#0.5


Las citas pueden ser complicadas, pero ¿tan difícil puede ser encontrar al chico adecuado? ¿O incluso un chico normal?

Para Everly Dalton, es como intentar caminar con tacones de aguja, borracha, con los ojos vendados y con la talla de zapatos equivocada. No ha tenido mucha suerte en el amor. De hecho, podría estar maldita.

¿Un tipo que sólo sale con parecidas a su ex? Paso. ¿Un hombre de negocios macho alfa que sale corriendo en un momento de crisis? No, gracias. ¿Una cita que se convierte en la entrevista más espeluznante de la historia? ¿Dónde encuentra a estos tipos?

Acompaña a Everly mientras cuenta a sus amigas la sorprendente, impredecible y a veces loca aventura de las citas modernas. ¿Seguirá emparejándose con ranas o encontrará a su príncipe azul?

#1


"Cuando te besé anoche, no estaba fingiendo"

Everly Dalton es un desastre andante, parlanchina y bebedora de martinis. Olvídate de besar ranas. Ni siquiera puede pasar de la primera cita. Pero en el trabajo, es la ayudante más antigua del multimillonario Shepherd Calloway. Sus compañeros de trabajo se preguntan cómo se las arregla con el lobo feroz y nunca la muerden. 

A Shepherd Calloway no le interesa ser el sugar daddy de nadie. Cansado de las mujeres que sólo lo quieren por su dinero, renuncia a las citas, decidido a centrarse en dirigir su imperio. Hasta que la cazafortunas de su ex lo golpea donde más le duele, poniéndolo en una situación difícil. 

Su solución -hacer que Everly se haga pasar por su novia- es obviamente una locura. Pero la sincronización es asombrosa. Da la casualidad de que Everly necesita un favor de su jefe, uno grande e incómodo, y esto podría garantizar que todos consigan lo que quieren. 

Además, Everly puede sobrevivir a unos meses de falso romance. 

Excepto que hay un problema. Se supone que Shepherd es un jefe robot sin emociones. No un humano real con corazón y una erección matutina. Entre las incómodas camas compartidas y las excitantes citas falsas, las líneas se difuminan. Y a medida que Everly va conociendo al verdadero Shepherd, descubre que hay algo más detrás de la cuenta bancaria. 

Y fingir se vuelve demasiado real.

#2


¿Qué pasa cuando los frenemies sacan el experimento del laboratorio y lo llevan al dormitorio?

Corban Nash es un autoproclamado nerd de los datos con una media sonrisa sexy y unos abdominales que dejan a las chicas babeando. Ha desarrollado una teoría que afirma que hará que dos personas se enamoren. Y tras numerosas pruebas con amigos y familiares, ha tenido éxito con todos los que la han probado.

El problema es que nunca funcionó con él. Y no sabe por qué.

Aun así, está decidido a probar su teoría. ¿Lo único que se interpone en su camino? Su némesis, Hazel Kiegen.

Hazel se niega a dejarse distraer por la adorable torpeza de Corban o por su tentador cuerpo musculoso. Él afirma haber descifrado el código del enamoramiento, y ella va a demostrarle que se equivoca.

Desde el momento en que estos dos rivales se conocen, su química es irresistible. ¿Y qué hay de malo en un poco de sexo entre enemigos? Pero cuando ponen a prueba la teoría de Corban, los resultados son deliciosamente inesperados.

#3


Nunca debí haberme puesto ese vestido. 

Estoy casi segura de que el resto no habría ocurrido si no hubiera estado colgando del balcón de un hotel con mis partes femeninas al viento. Y, por supuesto, la única persona que fue testigo de mi mortificación tenía que ser ÉL. Camden Cox. 

Claro, hoy es guapo y rico, y bien, puedo admitir que tiene un gran sentido del humor. Pero hace tiempo, era el chico al que le encantaba hacerme la vida imposible. 

Ya no me tira de las coletas, pero conozco su tipo. Quiere una cosa, y sólo una cosa. Una oportunidad de meterse en mis pantalones. 

Nop. No va a pasar. Ni siquiera con ese sexy acento sureño. 

Pero soy Sophie Abbott, y si hay algo en lo que soy buena, es hacer un lío. 

Sólo que esto no es sólo un lío. Es un desastre. Un desastre Sophie. 

Porque después de una noche salvaje en Las Vegas, me despierto desnuda en su habitación de hotel. 

Y estoy bastante segura de que nos casamos.





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