Bilogía Never Ever - Sarah J. Pepper


#1


Neverland tiene una forma de romper personas. Corrompe las almas. Destruye la esperanza. El mal que se come en su interior saca la oscuridad en nuestros corazones y nos deja peores que muertos. Nunca ha salido algo bueno de eso. Nunca.

Es donde nací.

Por lo tanto, la oscuridad es todo lo que sé. La corrupción está en mis huesos. Entonces, cuando lo vea, quiero ganar su corazón y luego romperlo. Quiero atraerlo a mis brazos y luego destruirlo. Pero son sus intenciones y su sonrisa malvada las que me lo impiden... al menos hasta que un alma perdida de mi pasado nos alcance.

Mi mundo se enciende en llamas. Mi amor se hunde en las profundidades del mar. Somos de dos mundos diferentes que se superponen por un breve momento en el tiempo. Pero es ese momento el que me lleva adelante. Es ese momento en el que vive en el pasado.

Es ese momento en el que abrazar mi verdadera naturaleza y buscar venganza contra los responsables de alimentar con su mano a ese cocodrilo dejado de la mano de Dios.

#2


Capitán James

Peter podría estar encarcelado en el País de Nunca Jamás con nosotros porque consume los pensamientos de la Srta. Bell, robándola de mí. Su venganza es una amenaza constante de la que no podemos escapar. Aún así, esa patética excusa de un hombre es la menor de mis preocupaciones. Criaturas corruptas y viles gobiernan este pequeño rincón de la tierra, traído aquí por las hadas, por Miss Bell.

Lo admita o no, necesita mi protección. Sin embargo, la veo mirando mi brazo cortado con lástima en sus ojos. Piensa que soy débil, que estoy herido y que tengo muchas deficiencias. Joder. ¡No lo toleraré! La protegeré, aunque me cueste la vida.


Miss Bell

El capitán James no hace ningún intento de proteger la oscuridad que albergan sus ojos, como si me quisiera, me necesita, para ver lo que la mayoría de la gente hace. Despiadado. Turbulento. Devastación.

-Recuerda que la misma mano que uso para acariciar tu delicada piel se ha manchado con la sangre de mis enemigos-, dice, ahuecando mi mejilla. -No asumas que mi afecto por ti es algo que otros han experimentado. ¿Entendido,
Miss Bell?

Lo entiendo. Diablos, cuento con ello. Peter preferiría verme muerta que en los brazos de otro, y no tengo intención de morirme, especialmente cuando el capitán James me hace sentir tan viva.


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