Este papá obsesionado pertenece a lo más alto de la Lista de Traviesos de Santa Claus.
No me estaba casando por amor. La viuda de mi hermano adoptivo necesitaba seguro médico y que cuidaran de ella. Tengo un penthouse en Chicago en el que apenas vivo y más dinero que Dios. Era una transacción comercial, simple y llanamente... hasta que conocí a la hija de mi nueva prometida.
Así de fácil, mi decisión, antes práctica, se volvió mucho más complicada.
Eden tiene la mitad de mi edad y está completamente fuera de mis límites. No tengo derecho a mirarla de la forma en que lo hago, ni justificación para preguntarme qué sabor tendrá. Pero no puedo evitarlo. Estoy obsesionado con mi nueva hijastra. Su cara, sus curvas, su perfume.
Pero sobre todo, estoy obsesionado con la forma en que me llama papi.
Este diciembre, lo único que quiero es tener la oportunidad de demostrarle a Eden lo invaluable que es. Pero cuando un Grinch amenaza con sacar a la luz nuestra relación, hará falta un milagro navideño para evitar que nuestra alegría navideña se convierta en noches silenciosas.